Cierren los ojos para algunos minutos e imaginen un mundo moderno sin computadoras, electricidad o dinero, o egoísmo. Esta imagen puede parecer una pesadilla, pero no es así. Los chamanes de América Latina viven una vida desprovista de estas comodidades, basando su existencia en el mundo espiritual, viviendo plenariamente juntos a la naturaleza. El conocimiento que tienen los chamanes del mundo espiritual los permite conocer a la naturaleza como viva, y los chamanes se sienten miembros de una comunidad de arboles, plantas, y animales. Para sobrevivir viven en una sociedad cazadora, con un sistema de gobierno (poder) incomparable a el que vivimos nosotros.
El sistema político de las comunidades chamanicas es muy simple y primitivo. Viven en sociedades cazadoras, casi siempre dominadas por hombres en que el hombre casi siempre sigue el papel de cazador y guerrero, mientras que la mujer, en la mayoría de los casos, sigue una vida más agrícola como ama de casa. El rango social es cumplido atreves de las experiencias que tienen en otros mundos. Ósea los chamanes con más experiencia tienen más importancia y son respetados más en su sociedad. Pero lo que realmente dicta la manera de vivir de los chamanes es el conocimiento espiritual y la naturaleza que les rodea.
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Cuando se habla de un chaman hay que recordar que no existe un paraíso, infierno, o purgatorio, sino que existe el alma. Los chamanes viven un mundo que incorpora todos estos elementos. Un alma no puede morir, y entonces los chamanes están constantemente comunicando con difuntos y otras almas vivientes. Esta comunicación es posible atreves de estados mentales que solo un chaman puede conseguir (viajes astrales), y con la ayuda de varias plantas psicodélicas (que voy a explicar mas en mi tercera página). En otras palabras el mundo que conocen los chamanes incorpora a cada alma humana y animal que haya existido en toda la historia. Los chamanes también poseen la habilidad de viajar a estos mundos en que se encuentran estas almas, ósea mundos parecidos a lo que sería nuestro infierno y paraíso. Desafiando a las creencias de la física los chamanes viajan estos mundos (el del hampa y el del cielo) cumpliendo una metamorfosis cuya función es de transformarlos en animales y en este otro espíritu llegar a estos planes de existencia. Sora, una chaman que ha viajado al hampa (infierno) nos explica como lo logro. Después de unas horas de meditación y ingestión de varias plantas, ella revela que salió de su cuerpo con su alma y se transformó en un mono. Luego este mono entro en un árbol de dimensiones titánicas y viajo hacia las rutas del árbol hasta encontrar el hampa. En el hampa si un chaman se incorpora con algo físico, por ejemplo si come la come la comida que le ofrecen, o si juega con los niños, nunca podrá regresar al mundo real.
Estos viajes son muy comunes y necesarios para entender la vida y son hechos por todos los chamanes, no solo latino americanos, pero de todo el mundo. Estas habilidades sobrenaturales que poseen, permiten a chamanes de ver el mundo como es (el mundo físico), como era, como seria, y como pudiera ser. Al mismo tiempo su comunicación con todas almas les permite saber el infinito, una sabiduría piadosa y divina. Desafortunadamente cuando se experimenta con elementos tan serios siempre hay riesgos. Un riesgo es que existen almas crueles; muchas veces chamanes tienen que combatir y matar a almas que les atacan mientras está en su trance. Esta pelea es peligrosa porque una pelea entre almas es echa sin la protección del cuerpo y luego ambas almas son muy vulnerables y muchas veces el cuerpo mismo sufre por estas batallas. Otro problema es que estos “viajes”, que son hechos para encontrar a maneras para ayudar a otros chamanes y su propia alma, alteran drásticamente a la manera en que ven y perciben el mundo real. Chamanes en vez de ver las figuras que vemos nosotros ven vibraciones, y mundos inexistentes, especialmente en la naturaleza.
La naturaleza para un chaman es todo. Los chamanes viven en perfecto equilibrio con la naturaleza entendiendo exactamente lo que necesitan de ella, y lo que ellos deben a ella. Un ejemplo que combina el mundo espiritual y el amor para la naturaleza es la leyenda del Chullachaqui. Los chamanes de Perú y Brasil creen en el mito del Chullachaqui. El Chullachaqui es una creatura (demonio) que vive en la jungla y asegura de que los chamanes y otros seres humanos no rompen el delicado equilibrio que existe en la naturaleza. Esta creatura puede tomar la forma de cualquier animal o ser humano excepto su pierna izquierda, que siempre tiene la apariencia de una cabra, y luego esta forma se puede solamente notar por su cojera. La leyenda explica que si un ser humano rompe el equilibro (cazando, sembrando, o destruyendo más de lo que necesita para sobrevivir) el chullachaqui lo castiga. Sus métodos de castigos son bien creativos; muchas veces se transforma en un familiar en engañando al chaman hasta que lo sigua en un lugar de la jungla que no conoce y lo deja allí para morir. Otras veces se transforma en un animal y ataca al chaman. Por esta razón los chamanes dejan regalos en la jungla para el Chullachaqui, típicamente comida, o tabaco, y aunque nadie sabe si realmente existe o no, los regalos siempre desaparecen y los chamanes creen en la leyenda como si fuera la verdad.
Los chamanes también creen un mundo que para nosotros sería ciencia ficción, osea un mundo sub acuático. Los chamanes amazónicos creen en otro concepto que es imposible imaginar. Ellos creen que en cuerpos de agua (un rio) existan sirenas y defines que se transforman en mujeres con características europeas (blancas con cabellos rubios) que seducen a chamanes en tener relaciones sexuales y luego regresan a ser su verdadera forma y los secuestran con ellas a vivir para siempre debajo del agua en cavernas en otro mundo. Este mito sería absolutamente absurdo pero los cuerpos de los desaparecidos de comunidades chamanicas nunca vuelven a la superficie. En este mundo acuático los chamanes logran otros niveles de conocimiento que solo pueden compartir con chamanes terrestres cuando ambos están participando en un viaje astral. Estos nuevos conocimientos incluyen otras plantas y métodos de curar, y más información sobre el espíritu de los seres vivientes del agua.
El delfín no es el único animal con el cual los chamanes tienen una relación especial; todos los animales son igualmente importantes. Cada animal (pescados, insectos, mamíferos) es respetado igualmente. Los chamanes piensan que cada persona posee un espíritu animal que les protege y da fuerza. Por esto los chamanes logran cambiarse en su animal protector y este animal es una fuente de energía vital para cada chaman. Sin este espíritu animal un chaman es débil y probablemente no va a sobrevivir hasta que el espíritu vuelva a su cuerpo. Este espíritu protector puede también tomar la forma de árbol o de una planta, es decir cada forma viviente es activa y presente para un chaman. Cada animal tiene propiedades protectoras y de conocimiento diferentes http://www.animalspirits.com/index1.html . A veces las almas de los animales interaccionan con las almas de los chamanes sin permiso. Por ejemplo una chaman estaba haciendo un viaje astral y fue secuestrada por un águila para una semana entera. Durante esta semana su cuerpo se quedo inconsciente y luego cuando el águila la liberó ella se despertó y la águila se convirtió en parte de su espíritu. Esta conexión tan fuerte que los chamanes tienen con los animales les hacen ver a la naturaleza con otra perspectiva. Para un chaman, un ser humano es igual a un animal o una planta.
referencias
http://www.mind-surf.net/drogas/chamanismo.htm
http://www.themystica.com/mystica/articles/s/shamanism.html
http://www.ayahuasca.com/spirit/primordial-and-traditional-culture/mermaids-by-steve-beyer/
http://www.shamanlinks.net/Power_Animals.htm
Gillette, Douglas. The Shaman’s Secret: the Lost Resurrection Teachings of the Ancient Maya. New York: Bantam, 1997. Print.
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